La parcela se sitúa en suelo no urbanizable a las afueras del municipio. Por expreso deseo de los promotores la vivienda debía tener la Certificación Passivhaus, ser muy funcional, con un programa reducido y con un espacio en el que sus animales de compañía pudieran estar sin posibilidad de que se escapasen.
Integración con el entorno
El proyecto debía dialogar con la arquitectura tradicional de la zona. La solución adoptó una estrategia de volúmenes fragmentados a un agua que, en conjunto, conforman la volumetría total de la vivienda. Esta disposición genera un patio central que articula los diferentes volúmenes, creando espacios exteriores protegidos y funcionando como núcleo organizador de la vida doméstica.
Estrategia Bioclimática
La vivienda se orienta a sur, para cerrarse al resto de orientaciones. Para la protección solar se plantean unos porches sin techado preparados para que sean cubiertos por vegetación trepadora.
Autosuficiencia Energética
Finalmente los promotores han decidido que la vivienda no posea suministro eléctrico de la red, por lo que poseerá instalación fotovoltaica y baterías de acumulación para que sea una vivienda totalmente autosuficiente.
Resultado
Una casa funcional con un patio central vertebrador de la vida diaria.
Una casa integrada en un entorno rural con todas las comodidades de una casa pasiva de altas prestaciones, confort climático y harmonía.
Una casa totalmente autosuficiente, gracias a baja demanda energética de una casa pasiva más la aportación de energía renovable.
Una casa sostenible, gracias a las estrategias bioclimáticas introducidas y que ayudan en conjunto a minimizar la huella de Co2 de la vivienda.