CEEP Alberto Tortajada en Algemesí, Valencia
Tipología: edificio de uso educativo
Fecha: 2020
Categoría: Edificio público, gran terciario, edificio de consumo casi nulo
Certificación Energética:Passivhaus
Fecha: 2020
Categoría: Edificio público, gran terciario, edificio de consumo casi nulo
Certificación Energética:Passivhaus
La participación en este concurso vino motivada por dos aspectos: la exigencia de que el edificio debía certificarse Passivhaus y que se trataba de un centro de educación especial para niños con necesidades especiales.
El edificio se planteó como una adición de diferentes módulos, articulados entre sí, que recogían las necesidades del programa y en el que todos los espacios estaban vinculados con un espacio exterior seguro para el uso y disfrute de los alumnos. Los volúmenes buscaban el diálogo con edificios y dotaciones anexas, con el fin de convertir la zona en un área dotacional de mayor tamaño que transcendiera más allá de una adición de edificios colocados uno al lado del otro.
La imagen de la edificación por el interior y el exterior debía presentar un aspecto amable y acogedor para que los usuarios no lo percibieran como un entorno hostil. El uso de materiales naturales y superficies neutras también colaboraban en que se percibiera este ambiente. Se crearon invernaderos y zonas de huerta para que los alumnos del centro tuvieran actividades exteriores más allá de las aulas.
La disposición de los edificios buscaba la mejor orientación, soleamiento, permitía la ventilación natural (diseño bioclimático) así como la generación de energía fotovoltaica.
El edificio se planteó como una adición de diferentes módulos, articulados entre sí, que recogían las necesidades del programa y en el que todos los espacios estaban vinculados con un espacio exterior seguro para el uso y disfrute de los alumnos. Los volúmenes buscaban el diálogo con edificios y dotaciones anexas, con el fin de convertir la zona en un área dotacional de mayor tamaño que transcendiera más allá de una adición de edificios colocados uno al lado del otro.
La imagen de la edificación por el interior y el exterior debía presentar un aspecto amable y acogedor para que los usuarios no lo percibieran como un entorno hostil. El uso de materiales naturales y superficies neutras también colaboraban en que se percibiera este ambiente. Se crearon invernaderos y zonas de huerta para que los alumnos del centro tuvieran actividades exteriores más allá de las aulas.
La disposición de los edificios buscaba la mejor orientación, soleamiento, permitía la ventilación natural (diseño bioclimático) así como la generación de energía fotovoltaica.
